En Santiago de Cuba se levanta la primera catedral que, durante casi tres siglos, será el único centro de gobierno eclesiástico en Cuba. Al comienzo de la colonización española en Cuba, fue construida en 1.514 la primera iglesia de Santiago, dedicada a Santa Catalina; era una pequeña ermita rudimentaria que se encontraba en una colina, donde más tarde se construyó la prisión provincial. En 1.522, la Iglesia Parroquial de Santiago de Cuba llamada Ermita de Santa Catalina fue declarada catedral por el papa Adriano VI, y su sede establecida en la ciudad. Su construcción terminó en 1526. Sufrió daños en los terremotos de 1678, 1766, 1852 y 1932. El terremoto de 1.766 la deja sin nave central motivo por el cual fue reconstruida a principios del siglo XIX en estilo barroco pero con los cambios y reformas que va sufriendo llega a finales del siglo XIX con un estilo neoclásico que fue muy matizado con la reforma, de estilo ecléctico, del año 1.922. En esta última reforma es cuando, entre otras, se realizan las dos hornacinas que contienen las estatuas de Cristóbal Colón y de fray Bartolomé de las Casas. El interior está conformado por una nave central y dos laterales. En el año 1.882 se le otorgó el título de basílica menor.