La actual casa de la cultura, el Palacio Ferrer fue construido en 1.910 por un rico empresario catalán, José Ferrer. Fue obra del arquitecto local Pablo Donato Carbonell, el mismo del Palacio del Valle y del cementerio Tomás Acea.
El interior está dividido funcionalmente, así el primer piso era para almacenamiento de mercancías, techos altos y sin ornamentación y el segundo piso, es una muestra de la elegancia con cerámica de mármol, hierro y cristal, que, junto con la alta calidad y buen gusto de la ornamentación, le dan un toque de sofisticación y elegancia, de la que aún hoy se puede intuir.
De un color celeste, si se sube a su característica torre tienes una preciosa vista de Cienfuegos.
El precio de la entrada era de 1 CUC y merece la pena, las vistas desde la torre son impresionantes. Además te traslada en el tiempo y te hace ver la vida que llevaba la alta burguesía de Cienfuegos.